La
animación pedagógica, una ruta para la comprensión y relación entre “aula,
escuela y comunidad”
LUISA
FERNANDA GÓMEZ ROJERO
JAZIEL
ABNER PERALTA ROBLEDO
8 DE OCTUBRE DE 2022
Título:
La animación pedagógica, una ruta para la comprensión
y relación entre “aula, escuela y comunidad”.
Autores: Luisa
Fernanda Gómez Rojero, Jaziel Abner Peralta Robledo
Área: Investigación
Educativa
Tema: Práctica
Pedagógica
Resumen: La relación
entre la educación y todos sus componentes, así como sus protagonistas, puede
ser ejercida desde diversas perspectivas y variados escenarios. Hasta hace unas
pocas décadas, se practicaba en las aulas escolares una enseñanza rígida, vertical,
autoritaria, pasiva, reproductiva, centrada en el enfoque del magistrocentrismo
que consideraba como único y clave el rol del docente en los procesos
educativos. Hoy, los tiempos actuales se han caracterizado por cambios
acelerados en varios ámbitos y niveles, sobre todo en los campos del
conocimiento científico y avances tecnológicos. En este contexto, el entorno
social, la especialización del recurso humano y la transformación de la
práctica educativa se convierten en un elemento valioso, en el que se busca
capacitar constantemente para la mejora profesional y la búsqueda del desarrollo
integral del estudiante, mismo que se encuentra inserto en una comunidad. Bajo este entendido, los puentes hacia la
construcción e innovación de las prácticas pedagógicas, se pronuncian como los
factores de cambio en un nuevo paradigma educacional, en el que la sociedad y
la trascendencia del aprendizaje ocupan el lugar principal.
Palabras clave: relación aula,
escuela y comunidad, animación pedagógica, práctica docente, innovación,
enseñanza-aprendizaje.
1.
Propuesta/Recorte de
realidad/ Investigación/Aspectos problematizadores/Marco Teórico
El avance acelerado en las generaciones actuales,
representa un reto para los sistemas educativos a nivel internacional, en
México, hablando en específico, se han considerado diversos elementos que
pretenden integrar las necesidades socioeducativas que plantea este desafío, la
respuesta gubernamental ha sido la creación de nuevos planes y programas de
estudio que fundamenten el quehacer pedagógico de los docentes en el aula,
cambiando los enfoques epistemológicos e incluyendo a la comunidad como parte
esencial en el proceso de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes; esta nueva
propuesta determinará el rumbo educativo del sistema mexicano cuyos resultados
se pretende se observen a corto, mediano y largo plazo.
En
el discurso por mejorar aspectos como la calidad educativa, la excelencia
académica, la inclusión escolar, la felicidad del estudiantado, etc. se echan
al aire y muchas ocasiones solo en papel, propuestas innovadoras, políticas
ambiciosas, incluso hasta enfoques radicales, que buscan idealizar la
educación, pero, cuando se trata de llevarlo a la práctica cotidiana, a las
diversas y complejas realidades que envuelven el sistema educativo y todo lo
que conlleva, se desmoraliza la emoción por llevar a cabo tales propuestas, lo
que lleva a una imposición por negación y finalmente a una carga administrativa
más, en donde el deseo por cumplir puede más que la aspiración por lograr un
cambio verdadero.
Una
de las notas que llaman la atención en el sistema educativo, especialmente en
la red pública, es la constatación de un profesorado que no se siente a gusto.
Las palabras desmotivación, desmoralización, desilusión surgen inmediatamente de
alguien que conversa con un grupo de docentes
En
este contexto, en la actualidad y en diferentes escenarios se han hecho
visibles cada vez más, prácticas docentes obsoletas, descontextualizadas y sin
la mínima trascendencia en el desarrollo de la esfera personal y social del alumno.
Conceptos como innovación, creatividad, colaboración, aprendizaje situado o animación
pedagógica muchas veces no forman parte del Proyecto Educativo de la
institución. De aquí la importancia y necesidad de un programa educativo que
promueva la condición personal y social de todos los involucrados.
El
plan denominado “La escuela al centro” plantea seis líneas de acción que en
conjunto pretenden atender las necesidades detectadas del sistema educativo, en
este sentido, la más relacionada con el articulo presente es en la que se
menciona el papel de la comunidad escolar como miembro activo del proceso
educativo, porque para conseguir una participación social activa resultará
clave para el éxito de este dossier de ideales, para ello toma en consideración
los órganos escolares que pueden contribuir al proceso, Los Consejos
Escolares de Participación Social son la base de la toma de decisiones para
resolver las necesidades más urgentes del plantel y su vinculación con la
comunidad. En ellos están representados los padres de familia, los maestros,
las autoridades educativas, organizaciones de la sociedad civil, así como los
sectores social y productivo.
En
la nueva propuesta de trabajo “aula, escuela y comunidad” se busca alinear y
orientar de manera colaborativa y horizontal, el consenso participativo entre
el colectivo docente, directivo y la comunidad misma, con el fin de identificar
y exponer las acciones a posibles soluciones sobre una necesidad o problema específico
dentro de ella. Al mismo tiempo, la tríada aula, escuela y comunidad, así como
el Proyecto Educativo (PEMC) y la labor pedagógica dentro del aula, deben estar
estructurados sobre las mismas líneas de acción.
Este
plan definido como una “oportunidad de transformación fundamental” centra sus
esfuerzos en áreas administrativas, directivas, económicas y sociales, sin
embargo, consideramos se olvida del aspecto fundamental, del corazón del
sistema educativo, los aspectos pedagógicos, una analogía posiblemente absurda
es la de comparar a los docentes con los soldados en el frente de batalla, sin
embargo, en este sentido, la comparación por absurda que suene parece adecuada
para la realidad a la que se enfrentan día con día en su labor cotidiana, esto
provoca que refiriéndonos a este campo semántico, el docente se sienta
desprotegido, derivado del escaso o nulo acompañamiento que se le brinda en pro
de mejorar su práctica, se suele pensar que se le envía a la guerra sin fusil.
Ante
este panorama, la base pedagógica, desde una visión holística, proviene de los
estudios psicosociales, sobre los grupos humanos y sus relaciones. En este
sentido, se habla de adaptar a los diversos tipos de grupos, las técnicas y
dinámicas que favorecen los procesos de aprendizaje, relación y maduración de
sus miembros. Se trata de despertar e implicar la parte más consciente y libre
de la persona en los procesos que la afectan, ya sean personales, culturales y
sociales, mediante la acción educativa, que profundiza en aspectos pedagógicos,
didácticos, socioemocionales, pero especialmente y lo que debiera ser de mayor
peso para cualquier propuesta dentro de un programa educativo, es la búsqueda
de la felicidad del individuo.
En
el rubro teórico, estas aportaciones, atienden los modelos de Lev Vygotsky, en
el sentido de considerar el aprendizaje como un proceso de reconstrucción del
conocimiento, producido por la interacción entre la experiencia personal del
alumno y su contexto social que está constituido por personas (las familias,
los vecinos, la propia comunidad educativa), de igual forma se podrían
considerar desde el análisis autores como Paulo Freire cuyo aprendizaje en
sociedad se encuentra inmiscuido dentro del sustento pedagógico, o incluso
Dewey y Decroly con sus modelos pragmáticos y de sentido del conocimiento para
la vida de los estudiantes.
Pero,
desde estas posturas, ¿cómo se visualiza la relación “aula, escuela y comunidad”
y el proceso educativo? Sin duda, puede ser visto como una oportunidad de
cambio, en la que no solamente se considera necesario sino también pertinente,
el abordaje en esta nueva modalidad de trabajo desde la perspectiva de la
animación pedagógica que infundirá fuerza y energía en los procesos de
enseñanza-aprendizaje, cuya implementación representará un mayor sentido y
significado en las experiencias sociocognitivas del estudiante, aplicando lo
aprendido en un sentido del servicio e impacto en su comunidad.
2.
Metodología
Hablar
de animación pedagógica, es hacer referencia a una propuesta metodológica, antropológica
y sociocognitiva, que tiene como fin principal, el crecimiento personal y
social de la persona, haciéndola progresivamente responsable de sus procesos de
aprendizaje. Educar desde este enfoque, significa crear relaciones educativas
que potencian las capacidades y habilidades del individuo, y lo hacen sujeto
activo, consciente, responsable e inmerso en los procesos sociales que influyen
en su propio crecimiento personal, a través de la participación en proyectos
educativos-sociales, que trascienden más allá de los límites perimetrales de la
institución escolar, y que resultan en experiencias de aprendizaje que realzan
el sentido y significado del estudiantado y su papel dentro de su
comunidad.
La
animación pedagógica, representa una modalidad innovadora de trabajo que resignifica
la práctica docente, que potencia y valora los dinamismos interiores de las
personas, y que en equilibrio fortalecen los vínculos con su entorno, proyectados
por sus características, problemáticas y necesidades. La base metodológica que se plantea,
representa una oportunidad de cambio sobre el rol de los docentes en el proceso
de aprendizaje y crecimiento personal y social del alumno. En este escenario,
es necesario que las personas que trabajan ayudando a otros a crecer, sean
conscientes de enseñar a las personas a ser felices, a lograr tener el control
de su propia vida, a guiar sus pensamientos y a reflexionar sobre sus acciones
para mejorar sus niveles de bienestar, y no solamente en el aspecto individual
sino también el de la otredad.
Este
rasgo de felicidad, tan subjetivo y personal, corresponde a las características
del entorno, historia de aprendizaje y expectativas de cada individuo. Por
tanto todo el conocimiento que se pueda aportar en esta nueva forma de trabajo,
va a ser relativo a las reflexiones y experiencias de todos los agentes
involucrados en el proceso educativo.
Esta
es la base del constructivismo, desarrollado desde la idea de que no hay una
realidad objetiva que pueda ser descubierta sobre cómo educar para ser felices,
sino que esta se construye (Tójar, 2006). Una construcción que, según Sandín
(2003), asume que diferentes personas (comunidad interna y externa de la
institución), pueden construir diversos significados en relación a un mismo
fenómeno.
Se
busca dar libertad y fomentar la creatividad docente dándole libertad de
incluir y plasmar ideas y acciones que resulten innovadoras las cuales pueden
estar o no relacionadas con los distintos planes y programas, en pro de la
mejora de los aprendizajes de sus estudiantes y de su practica docente, esto
implicará un cambio de paradigmas en el quehacer docente cuyo rol últimamente
se ha reducido a considerarse un empleado del sistema y se retomará la idea del
docente como miembro activo y responsable del proceso de enseñanza-aprendizaje
de sus alumnos.
Los
Movimientos de Renovación Pedagógica defienden “una concepción del trabajo
docente altamente creativa que pueda producir grandes satisfacciones
individuales y colectivas”. Ello implica una profunda contestación a la
perspectiva del profesor como puro aplicador mecánico del currículum
establecido por la administración y las editoriales en su tercer nivel de
concreción. La elaboración, el desarrollo y la autoevaluación del proyecto
educativo deben estar enmarcados en el establecimiento de una relación con el
entorno socio-cultural que haga posible el desarrollo de conocimiento crítico
en el que el profesorado toma decisiones en torno a la selección cultural, a la
organización del saber y a las relaciones con el entorno. Esto es posible
cuando la reflexión individual y colectiva sobre la propia práctica es la
característica fundamental. (Rogero, 2010).
Se
pretende a la par, desatar las capacidades críticas, reflexivas, creativas e
innovadoras que muchos docentes han mantenido en un estado de stand-by,
derivado de la democratización, desmoralización, centralización y ostracismo
del sistema, al cual derivado de la carga curricular o factores externos a la
labor profesoral le impidieron demostrar
esta animación pedagógica necesaria para el mejoramiento de su práctica
profesional, no dejaremos de lado ni echaremos la culpa del todo al sistema,
puesto que muchos docentes de igual forma comparten algo que ver con la
mediocridad de las prácticas docentes relacionadas con sistemas tradicionalistas,
justificando que no tienen tiempo para innovar, no se pretende señalar a ningún
profesor en este sentido sino a su labor frente a un grupo que está perdiendo
la oportunidad de alcanzar los objetivos de aprendizaje mediante nuevos caminos
que le servirán en lo personal y en lo colectivo.
Por
ello se considera generar un proyecto en el cual mediante actividades
sencillas, que impliquen una autogestión y no una carga laboral en gran medida,
las y los docentes deberán realizar un ejercicio crítico y voluntario en el
cual detecten áreas de oportunidad dentro de su práctica para poder establecer
medios y recursos con los cuales mejorarla en beneficio de sus alumnos y de su
labor, resignificando sus paradigmas y acercándole de igual forma un bienestar
socioemocional al docente y representando a la vez un beneficio para la
comunidad.
3.
Conclusiones/Relevancia Científica
En
este punto, la premisa es bastante clara, lograr que la animación pedagógica
forme parte del proyecto educativo que vincula el aula, la escuela y la
comunidad, con el fin de promover la felicidad y desarrollo integral de los
alumnos.
Apostar
por la felicidad de un individuo, y a su vez este rasgo ser visto como un pilar
para la educación del futuro, implica desarrollar en el alumno un pensamiento
más crítico del mundo que lo rodea, cuestionarse los por qués y para qués,
permitiendo que pueda analizar y argumentar su entorno y las relaciones que en
él se establecen, por ende será un sujeto que pertenezca en la conciencia de la
otredad, más solidario, inclusivo, respetuoso y democrático, pero en equilibrio
con su propio autorreconocimiento y autonomía. La felicidad a través de la
educación es esencial para la vida personal y para la vida en sociedad, porque
además, esa persona feliz más adelante puede contribuir en la felicidad de los
demás, con mejores oportunidades de mejorar su calidad de vida y ese es un fin
educativo realmente deseable.
Resulta
imperante comprender que para avanzar hacia la comprensión y concreción del
proceso educativo y su relación con el aula, escuela y comunidad, se debe
aceptar que para que el alumnado y la
comunidad escolar encuentren un sentido a lo escolar, las actividades de
aprendizaje deben formar parte de las actividades sociales del alumnado y del
entorno (utilización de lo que se hace en la escuela fuera de ella,
participación en actividades reales, integración de los objetivos escolares en
objetivos sociales y culturales). Esta necesidad viene dada al considerar a la
escuela como un elemento dinámico, en interacción con la realidad social y a
ésta como un conjunto de personas (con sus vivencias, problemas, etc.) y de
grupos y asociaciones, que son agentes activos, más
allá del hecho de ser "habitantes" de un
lugar (Educación, 2009). Colectiva y/o individualmente, todas estas personas
poseen un conjunto de conocimientos de diferentes tipos (saberes, destrezas,
técnicas) que la escuela suele ignorar (porque a veces parte de un desprecio
inicial o de un prejuicio que supone que sólo la escuela puede enseñar).
Ahora
bien, en concordancia con lo que pretende el objetivo número cuatro de la
Agenda 2030, las recomendaciones de política desde la perspectiva de la
educación, sugieren incorporar la felicidad en la agenda de políticas públicas
afectando directamente las variables relacionadas con mayores niveles de
bienestar subjetivo. En este sentido, se plantea que si queremos contribuir
eficazmente en la formación de nuestros alumnos y que éstos puedan ser seres
vitales y felices, colaborando en la reconstrucción de una sociedad solidaria,
equitativa y sostenible, los docentes y demás agentes educativos, debemos
participar activamente en la vertebración de una educación sólida,
personalizada y en armonía con el contexto social y medioambiental, mostrando
en lo posible el camino de la felicidad.
Resulta
necesario que el docente genere mecanismos de autorreflexión, capacidades
emocionales y valores que le permitan realizar un análisis desde lo personal
hasta lo profesional para así detectar áreas de oportunidad que pueda requerir
su práctica, de igual manera, el magisterio podría ver la animación pedagógica
como una forma de revalorizar la profesión cambiando los paradigmas de las
prácticas obsoletas por modelos en los cuales la sociedad se inmiscuya y
observe de primera mano lo que implica el acto pedagógico, es un trabajo arduo,
pero que podría resultar en grandes beneficios para todos en una relación
ganar-ganar.
4. Proyecto/Plan de acción
Como
un primer esbozo de este vínculo entre el aula, la escuela y la comunidad con
el proceso educativo y sus agentes, se propone el siguiente plan de trabajo.
|
Recorte
de realidad/Intención educativa
|
Prácticas docentes obsoletas, descontextualizadas y sin trascendencia
para el aprendizaje. |
|
Aspectos
problematizadores
|
1. ¿Es
necesaria la reflexión en el proceso de innovación en la práctica docente? 2. ¿Cómo
pueden ser parte la reflexión, investigación, intervención e innovación de la
animación pedagógica? 3. Conceptos
como innovación, creatividad o animación pedagógica ¿son parte del Proyecto
Educativo? 4. ¿Qué
animación está haciendo el equipo directivo y docente del centro? 5. ¿Por qué
la creatividad e innovación se pronuncian como unas de las características
del docente del siglo XXI? |
|
Áreas
de conocimiento
|
Desde el marco curricular que se propone se
pretende atender: ·
Campos formativos: Saberes y
pensamiento científico. ·
De lo humano y lo comunitario. Y desde las dimensiones como: ·
Formación y actualización
docente. ·
Autonomía curricular. ·
Fundamentos teóricos y
prácticos de la investigación acción. ·
Teorías pedagógicas y
didácticas del proceso enseñanza-aprendizaje. ·
Políticas, enfoques y
tendencias educativas nacionales e internacionales. |
|
Intención
educativa
|
Desarrollar,
un ejercicio de cambio de paradigma educativo, promoviendo y realizando
prácticas educativas más creativas e innovadoras, con sentido y significado
para los alumnos, tomando en cuenta su contexto, características y
necesidades. Que exista
en el Proyecto Educativo la animación pedagógica que integre el ser y hacer
docente, conjuntando los esfuerzos de toda la comunidad educativa (alumnos,
docentes, directivo, padres de familia y comunidad). |
|
Evaluación
|
·
La elaboración en común de
reglamentos, métodos e instrumentos de observación, aplicación y
retroalimentación. ·
Formación de equipos educativos
compactos es la premisa básica para la elaboración, proceso de seguimiento y
evaluación de un Proyecto Educativo de calidad. |
|
Indicadores/Desempeños
deseados
|
·
Alumnos con mayor pensamiento
crítico: capaz de argumentar sus opiniones y de hacer sus propias elecciones
con base a sus gustos y necesidades. ·
Alumnos con metas y objetivos
proyectados hacia el futuro: cuestionándose el para qué. ·
Alumnos más autónomos, pero al
mismo tiempo consciente del otro. ·
Alumnos con amplios y diversos
repertorios de experiencias de aprendizaje. ·
Alumnos con mayor desarrollo
integral y visión multidisciplinaria. ·
Alumnos inmersos en la sociedad
y preocupado por ella. ·
Alumnos creativos, innovadores,
activos en diversos proyectos que transformen su entorno. |
|
Instrumentos
de evaluación
|
Desde el enfoque formativo: ·
Guías de observación ·
Rúbricas. ·
Escalas estimativas. ·
Portafolios de evidencias. ·
Entrevistas con alumnos/padres
de familia/docentes/ directivo. ·
Diarios de clase. ·
Guías de proyectos sociales. |
|
Acciones
en el aula
|
•
Llevar a cabo
prácticas pedagógicas y didácticas más innovadoras y creativas que promuevan
el desarrollo integral del alumno. •
Configurar una
concepción global de las asignaturas (enfoque multidisciplinar), a través de
una planificación que aplique estrategias y representaciones de instrucción,
interpretaciones, pensamiento y aprendizaje de los estudiantes. •
Adecuar el
currículo y los materiales que habrán de aplicarse a las características,
estilos, gustos y necesidades de los alumnos. •
Potenciar la
creación y participación de proyectos con impacto social, en los que implique
su responsabilidad haciéndolo un sujeto activo, critico y creativo de los
procesos culturales y sociales en los que vive y por los que se siente
afectado. Esto como parte de la animación pedagógica. •
Favorecer la
interacción es el canal por el cual el proceso de enseñanza-aprendizaje tiene
fluidez. Se manifiesta en las tres dimensiones del proceso, alumnos, docente
y contenidos, con diferentes direcciones •
Potenciar
el testimonio personal. El docente influye más con el ejemplo de su
vida, que con sus palabras. El ser testigo de lo que propone significa que
está personalmente convencido de su visión hacia el futuro, de los valores
que propone, y deseoso de difundirlos. |
|
Acciones
en la escuela
|
•
Fortalecer el
compromiso de los docentes que se establece a través de las políticas
institucionales (misión, visión, valores, metas y objetivos) y se traslada al
proyecto educativo. •
Vincular las
acciones propuestas en el Proyecto Educativo (PEMC) en los ámbitos
correspondientes con la animación pedagógica a través de prácticas docentes
más innovadoras y creativas. •
Establecer
“redes de colaboración” entre todos los agentes de la comunidad educativa,
para compartir experiencias y brindar apoyo pertinente durante el proceso. •
Realizar los
procesos de seguimiento y evaluación de las acciones propuestas en el PMCE. |
|
Acciones
en la comunidad
|
•
Realizar un
análisis de la realidad, como punto de partida. Para
poder responder de una manera adecuada, es necesario conocer la realidad
concreta de las personas, sus expectativas e interés, así como las
posibilidades y condicionamientos del contexto ambiental en que viven. •
Dar a conocer
a toda la comunidad interna y externa de la escuela de los proyectos
innovadores y creativos de los docentes y la institución con impacto en el
entorno social, así como las formas de participación y contribución. •
Favorecer la adecuación y
concreción de las propuestas educativas, a la luz de la situación
en que se encuentra la persona y del valor ideal al que se tiende. |
5. Referencias
Educación, T. (2009) La importancia del contexto en el
proceso de enseñanza-aprendizaje. Revista digital para profesionales de la
enseñanza.
Minakata, A. A. (2009) Gestión del conocimiento en educación
y transformación de la escuela. notas
para un campo en construcción. Revista electrónica SCIELO.
Sandín, M. P. (2003). Investigación cualitativa en educación:
fundamentos y tradiciones. Ediciones McGrawHill.
Rogero, A.J. (2010). Movimientos de Renovación Pedagógica y
Profesionalización Docente. Revista Latinoamericana de Educación Inclusiva.
Vol. 4
SEP, (2022). Programa de trabajo en el aula, escuela y comunidad.
Subsecretaría de Educación Media Superior.
SEP, (2016). Sceretaría de Educación Pública.
https://www.gob.mx/sep/articulos/la-escuela-al-centro-19049
Tójar, J.C. (2006). Investigación cualitativa: comprender y
actuar. Editoria LA MURALLA S.A.
Torres, S. J. (2006). La desmotivación del profesorado.
Morata S.L.











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